El frigorífico es uno de los electrodomésticos más utilizados en cualquier hogar, y su organización juega un papel fundamental en la preservación de la frescura de los alimentos y la prevención de desperdicio. Un frigorífico organizado no solo te ayudará a mantener tus comestibles frescos durante más tiempo, sino que también facilitará el acceso a tus ingredientes y te permitirá evitar confusiones al buscar lo que necesitas.
Con un poco de planificación y atención regular, puedes disfrutar de alimentos más frescos y sabrosos mientras reduces el desperdicio en tu hogar. ¡Mantén tu frigorífico organizado y disfruta de una alimentación más saludable y sostenible!
Limpieza como paso inicial
Antes de empezar a organizar tu frigorífico, es fundamental asegurarte de que esté limpio. Retira todos los alimentos y las bandejas, y límpialos con agua caliente y jabón. Asegúrate de secar bien todas las superficies antes de volver a colocar los alimentos.
Un buen momento para dedicar a la organización del frigorífico es antes de la compra del mes. En este momento ya no estará tan lleno y se limpia con menos trabajo. Además, tendrás en mente lo que realmente necesitas comprar y lo que aún te queda en la nevera, aprovechando el momento para hacer la lista de compra inversa.
Zonas de temperatura en el frigorífico
Los frigoríficos tienen diferentes zonas de temperatura, y organizar tus alimentos en consecuencia es esencial para mantener su frescura. Estas zonas pueden ser diferentes de una nevera para otra, dependiendo de la localización del motor, pero suelen tener una temperatura más baja en la zona inferior.
Zona superior
Esta es la zona más cálida del frigorífico y suele ser ideal para los productos lácteos, como la leche y el queso, así como para las sobras cocidas.
Zona intermedia
Aquí es donde deberías almacenar alimentos que requieren una temperatura moderada, como embutidos, jugos y salsas.
Zona inferior (cajones de verduras):
Esta zona tiene una temperatura más baja y una humedad más alta, lo que la hace perfecta para frutas y verduras frescas.
Puerta
La puerta es la parte más cálida del frigorífico debido a la constante apertura y cierre. Deberías reservar esta zona para alimentos como condimentos, mantequilla y bebidas.
Etiquetado y fecha de caducidad
Es fundamental etiquetar los envases de los alimentos con su fecha de caducidad. De esta manera, podrás identificar fácilmente cuándo deben ser consumidos o desechados. Usa etiquetas autoadhesivas o rotuladores especiales para alimentos.
Si los alimentos ya tiene impresa su fecha de caducidad, comprueba que todos están al día y coloca los que tengan una fecha de caducidad corta más a mano.
Almacenamiento de verduras y frutas
Para mantener tus verduras y frutas frescas por más tiempo, guárdalas en los cajones de verduras. Asegúrate de que estén limpios y secos antes de colocar tus productos en ellos. Además, es importante mantener los productos separados, ya que algunos desprenden gases que pueden acelerar la maduración de otros.
La lechuga, por ejemplo, la puedes guardar en una caja si antes la has lavado bien y secado. Entre las hojas de lechuga puedes poner papel absorbente y tendrás lechuga fresca durante aproximadamente una semana.
Evita la contaminación cruzada
Para prevenir la contaminación cruzada, asegúrate de que los alimentos crudos estén en recipientes o bolsas selladas, y colócalos en el estante inferior para evitar que goteen sobre otros alimentos. Las carnes crudas deben estar en la parte más baja para evitar que sus jugos contaminen los alimentos que se consumen crudos.
Utiliza contenedores y organizadores
Utilizar contenedores y organizadores te ayudará a mantener el frigorífico ordenado y a optimizar el espacio. Puedes encontrar cajas, cestas y bandejas de plástico diseñadas específicamente para el frigorífico. Estos son útiles para agrupar alimentos similares y evitar que se pierdan en los estantes.
También puedes reciclar envases de vidrio o plástico alimentar pero evita el cartón y el plástico no alimentar.
Aprovecha la puerta
La puerta del frigorífico es un buen lugar para guardar condimentos, salsas, aderezos y bebidas. Utiliza los estantes de la puerta para mantener estos productos organizados y fácilmente accesibles.
No sobrecargues el frigorífico
No llenes el frigorífico en exceso, ya que el flujo de aire frío se verá obstaculizado, lo que dificultará el enfriamiento eficiente de los alimentos.
Rotación de alimentos
Una práctica esencial para mantener los alimentos frescos es la rotación. Coloca los alimentos más antiguos al frente para que se utilicen antes y evita que los productos se queden olvidados en el fondo de los estantes.
Control de la temperatura
Asegúrate de que la temperatura de tu frigorífico esté ajustada correctamente. La temperatura ideal es de alrededor de 4 grados Celsius.
Limpieza regular
Mantener tu frigorífico organizado y limpio es esencial para evitar olores desagradables y el crecimiento de bacterias.
Incluye la limpieza de la nevera en tu rutina de limpieza de la cocina. Limpia las superficies regularmente y desecha los alimentos que se hayan estropeado.
Alimentos de alto riesgo
Algunos alimentos son más propensos a la contaminación o al deterioro rápido. Estos incluyen mariscos, carnes crudas y productos lácteos. Guárdalos en las zonas más frías del frigorífico y consúmelos lo antes posible. No olvides guardarlo cerrados para que no desprendan olores y no goteen sobre otros alimentos.
Hielo y congelación
Además de tener un frigorífico organizado, la sección del congelador también requiere un repaso.
Utiliza bolsas de congelación para evitar quemaduras por frío y etiqueta los alimentos con la fecha de congelación. Esto te ayudará a recordar cuánto tiempo llevan en el congelador.