La productividad no es solo una cuestión de cuánto hacemos, sino de cómo lo hacemos. Ser productiva significa optimizar nuestro tiempo y energía de manera que podamos alcanzar nuestros objetivos sin sentirnos abrumadas. Un factor clave en este proceso es el entorno en el que trabajamos. Un espacio de trabajo organizado, agradable y funcional no solo favorece nuestra concentración, sino que también tiene el poder de mejorar nuestra eficiencia y creatividad. Hoy quiero compartir contigo algunas claves sobre cómo se organiza tu espacio de trabajo de manera que maximices tu productividad.
Organiza tu espacio de trabajo sin demasiadas cosas sobre la mesa
Un factor clave para mejorar tu productividad es mantener el desorden al mínimo. Aunque pueda parecer que tener todo a la vista puede facilitar las cosas, lo cierto es que un espacio de trabajo saturado de objetos puede generar distracción y dificultar tu concentración.
Para evitar esto, lo ideal es que solo mantengas lo esencial sobre tu mesa. Esto incluye tu ordenador o herramientas de trabajo principales, un cuaderno o una libreta para anotaciones y una taza con tu bebida preferida. El resto, como papeles, materiales y objetos que no utilices constantemente, deberían estar guardados en cajones o archivadores.
El truco está en crear un entorno que invite a la calma y a la concentración, por lo que el espacio debe ser funcional pero también limpio. Al final, menos es más: un escritorio despejado no solo permite que te concentres mejor, sino que también reduce el estrés y te ayuda a estar más enfocada en tus tareas.
Rutina de terminar el día organizando la agenda y el espacio de trabajo
Para asegurarte de empezar el siguiente día con la mejor energía y claridad, es importante crear una rutina para terminar el día organizando tu espacio y agenda. Esto no solo te ayudará a sentir que tu trabajo está bajo control, sino que también te dará la tranquilidad de que estás lista para el día siguiente.
Al final de tu jornada, dedica unos minutos a ordenar tu escritorio. Guarda todos los papeles, archiva documentos, limpia tu superficie de trabajo y deja solo lo esencial para el día siguiente. Esto hará que al empezar el nuevo día, tu espacio esté limpio y sin distracciones.
Echa un vistazo a tus pendientes del día siguiente. Anota cualquier tarea importante que necesites realizar y ajusta tus objetivos. Esto no solo te ayudará a tener claro lo que debes hacer, sino que también reducirá el estrés de sentir que te falta algo por hacer. Si usas un bullet journal, añade las tareas del día siguiente a tu lista.
Recuerda que una rutina diaria de organización al final del día, junto con el mantenimiento de un espacio despejado y bien planificado, son claves para sentirte más productiva y menos abrumada.

La importancia de la organización: el Bullet Journal como herramienta
Si sientes que tu espacio de trabajo está desordenado y esto te está afectando, una de las mejores estrategias es organizarte de forma visual. Aquí es donde el bullet journal se convierte en un aliado perfecto. Este sistema de planificación te permite tener una visión clara y ordenada de tus tareas y metas, todo en un solo lugar.
Puedes empezar dedicando una parte de tu escritorio o mesa a tus herramientas del bullet journal: una libreta, bolígrafos de colores, marcadores y cualquier otro material que te inspire. Usar este sistema te ayudará a llevar un control más efectivo de tus proyectos, establecer metas claras para cada día y ver tu progreso de manera visual. Además, te permite un nivel de personalización que hace que el proceso sea más motivador. Recuerda que el bullet journal no solo es para organizar tus tareas, sino también para reflejar tu estado emocional y bienestar, lo que a su vez mejora tu productividad.
Los colores del espacio de trabajo y su influencia en la productividad
A menudo pasamos por alto el poder que los colores tienen sobre nuestro estado de ánimo y concentración. La psicología del color sugiere que los colores en tu espacio de trabajo pueden afectar cómo te sientes y, por ende, tu productividad.
- Azul: Este color es conocido por sus efectos calmantes. Ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, favoreciendo un ambiente tranquilo y propicio para tareas que requieren concentración.
- Verde: Otro color que estimula la calma y el equilibrio. El verde se asocia con la naturaleza y se cree que aumenta la creatividad y la concentración, ideal para cuando tienes que resolver problemas complejos.
- Amarillo: Si necesitas un toque de energía y optimismo, el amarillo es una excelente opción. Se asocia con la estimulación intelectual y la creatividad, ideal si estás buscando inspiración.
- Blanco y tonos neutros: Los colores claros pueden ayudarte a crear un espacio limpio y ordenado. Los tonos neutros como el blanco o el gris favorecen la claridad mental, y evitan distracciones visuales.
Incorpora estos colores en tu escritorio, paredes o elementos decorativos. Si no puedes cambiar los colores de la habitación, las pequeñas piezas como una lámpara, una planta o una alfombra pueden marcar la diferencia.
Aromaterapia para aumentar la productividad
La aromaterapia es más conocida por sus beneficios relajantes, pero también puede ser una herramienta poderosa para mejorar la concentración y la productividad. Algunos aceites esenciales son perfectos para estimular tu energía y enfoque mientras trabajas.
- Aceite esencial de menta: Su frescura activa la mente, mejora la concentración y reduce la fatiga mental. Puedes usarlo en un difusor o aplicarlo en las muñecas durante las largas horas de trabajo.
- Aceite esencial de romero: Este aceite se asocia con una mejora en la memoria y el enfoque. También puede reducir el estrés y la ansiedad, lo que te permite mantenerte centrada en las tareas.
- Aceite esencial de cítricos (limón, naranja): Los cítricos tienen un efecto energizante, estimulante y revitalizante. Ayudan a mantener el ánimo alto y pueden ser muy efectivos si trabajas en tareas repetitivas o que requieren un esfuerzo continuo.
- Aceite esencial de lavanda: Aunque es conocido por sus propiedades relajantes, el aceite de lavanda también puede mejorar la concentración en entornos estresantes, ayudando a reducir la tensión sin hacerte perder el enfoque.
Puedes usar estos aceites en un difusor, en un roll-on de aplicación directa o simplemente agregando unas gotas a un pañuelo cerca de tu espacio de trabajo. La clave es elegir los aromas que te hagan sentir bien y te ayuden a mantener el enfoque.
Si quieres un aroma más personalizado y que trabaje tu productividad bien como otros aspectos de tu vida, te recomiendo una sesión con un aromaterapeuta o una naturópata con experiencia en aromaterapia como Viviana Tristao (aparte de trabajar a diario con aromaterapia, hace varias formaciones sobre el tema).
7 Consejos para crear un espacio de trabajo en casa que te inspire y te ayude a ser más eficiente
El hogar se ha convertido en el centro de muchas de nuestras actividades laborales, pero también es un lugar que debe fomentar nuestra productividad. Aquí te dejo algunos consejos prácticos para crear un espacio de trabajo en casa que no solo sea funcional, sino también inspirador:
- Elige el lugar adecuado: Si es posible, designa una zona específica para trabajar. Esto te ayudará a separar las actividades laborales de las personales. Si no tienes una habitación dedicada, al menos trata de encontrar un rincón tranquilo donde puedas concentrarte sin muchas distracciones.
- Mobiliario ergonómico y cómodo: Una silla cómoda y un escritorio de altura adecuada son fundamentales para evitar dolores y mejorar tu productividad. Invierte en una silla que brinde soporte a tu espalda y una mesa que tenga el espacio necesario para tus herramientas de trabajo.
- Minimiza el desorden: Un espacio desordenado puede afectar negativamente tu concentración y estrés. Mantén solo lo necesario en tu escritorio y guarda el resto. Puedes usar organizadores o cestas para mantener el espacio limpio y ordenado. Esto te ayudará a encontrar lo que necesitas rápidamente y a no sentirte abrumada.
- Personaliza tu espacio: Incorpora elementos que te inspiren, como fotos, citas motivacionales, plantas o incluso una lámpara de escritorio con un diseño que te guste o hecha por ti. Estos pequeños detalles harán que tu espacio se sienta más acogedor y agradable, lo que contribuirá a tu bienestar mientras trabajas.
- Iluminación adecuada: La luz natural es la mejor opción para trabajar, ya que mejora el estado de ánimo y reduce la fatiga ocular. Si no es posible, elige luces suaves y cálidas que no resulten demasiado agresivas para los ojos. Evita la luz directa sobre la pantalla de tu ordenador para evitar reflejos.
- Tómate descansos regulares: Es importante que tu espacio de trabajo también te permita hacer pausas para descansar. Puedes colocar una silla cómoda cerca de tu escritorio para relajarte unos minutos o tener a la mano una bebida que te energice, como un té verde. Esto es clave para mantener tu productividad a lo largo del día.
- Tecnología eficiente: Utiliza herramientas tecnológicas que te ayuden a organizarte. Ya sea un calendario digital, apps de productividad o tu bullet journal, asegúrate de que todo lo que necesitas esté a la mano y sea fácil de acceder.
La productividad no solo se trata de trabajar más, sino de trabajar mejor. Y para lograrlo, tu espacio de trabajo juega un papel fundamental. Al adoptar prácticas como el bullet journal, elegir los colores adecuados para tu entorno y aprovechar los beneficios de la aromaterapia, estarás creando un espacio que favorezca tu bienestar y optimice tu rendimiento. Además, con estos consejos prácticos para organizar tu espacio en casa, lograrás un entorno cómodo y motivador que te impulse a ser más eficiente cada día.
¡Es hora de poner en práctica estas claves y transformar tu espacio en un lugar de inspiración y productividad!