5 días en Alsacia (y uno en Europapark)

5 días en Alsacia

Alsacia es una región de Francia rica en historia y cultura, marcada por su ubicación estratégica entre Francia y Alemania (y no alejada de Suiza). Durante siglos, ha sido un cruce de caminos, donde las influencias de ambas naciones han dado forma a su arquitectura, gastronomía y tradiciones que no se pueden vivir completamente con apenas 5 días en Alsacia

Desde las encantadoras aldeas de casas de entramado de madera hasta la belleza de sus pueblos y ciudades, Alsacia es un destino que invita a explorar su patrimonio único. 

Aunque su temporada fuerte es la época navideña, con sus mercadillos y si ambiente nevado, la belleza de la zona se puede disfrutar en cualquier temporada. Nosotros lo hicimos en familia, en el mes de septiembre, y pudimos aprovechar los días aún largos y el clima ameno (digamos frío para los que no están acostumbrados a las bajas temperaturas que se hacen sentir en Madrid en algunas épocas del año).

Aprovechando nuestra estancia en esta maravillosa región, no podíamos dejar de visitar Europapark, uno de los parques temáticos más grandes y emocionantes de Europa, que promete diversión para toda la familia. 

Así, comenzamos nuestra aventura de cinco días en Alsacia, con un día adicional dedicado a descubrir las maravillas de Europapark.

Pueblos a no perder

Aunque cinco días pueden parecer pocos para explorar toda la belleza de Alsacia, tuvimos la oportunidad de visitar encantadores pueblos que merecen la pena. 

Eguisheim es un auténtico tesoro con sus calles empedradas y casas de colores llamativos. Aquí, las flores adornan cada esquina, creando un ambiente idílico perfecto para pasear. No te puedes perder su castillo y la iglesia de San Pedro y San Pablo.

Colmar, famosa por su pintoresco barrio de la Pequeña Venecia, nos deslumbró con sus canales, donde los barcos de madera añaden un toque romántico. La visita al Museo Unterlinden, que alberga arte medieval y contemporáneo, es imprescindible. La ciudad es conocida por ser la cuna de Frédéric Auguste Bartholdi, el escultor de la Estatua de la Libertad. Puedes ver una estatua de la libertad en una de sus glorietas, saliendo de Colmar en dirección a Estrasburgo.

Obernai es otro encantador destino, donde su rica historia se refleja en la arquitectura medieval. Pasear por la Place du Marché y admirar la iglesia de San Pedro y San Pablo es un placer, al igual que degustar los vinos locales en alguna de sus tabernas tradicionales. Aquí encontramos una boulangerie sin gluten, ideal para probar las delicias típicas de la zona para aquellos que tenemos una intolerancia.

Finalmente, Estrasburgo ofrece una experiencia cultural única con su magnífica catedral gótica, que es un verdadero icono de la ciudad y ha sido, durante mucho tiempo, el edificio más alto del mundo. La Grande Île, declarada Patrimonio de la Humanidad, es ideal para explorar sus callejuelas llenas de historia, y no olvides visitar el Parlamento Europeo, un símbolo de la cooperación europea.

Además, disfrutamos de una breve escapada a Friburgo de Brisgovia, una ciudad alemana cercana dónde visitamos la famosa Catedral de Friburgo (que nos pareció muy bonita pero nada comparada con la de Estrasburgo). 

Un día a Europapark

Europapark

Nuestro día en Europapark fue un verdadero festín de emociones. Este parque temático, uno de los más grandes de Europa, está dividido en áreas que representan diferentes países, lo que lo hace único. Cada sección está decorada con detalles culturales y gastronómicos que te transportan a esos lugares. Desde las emocionantes montañas rusas hasta los encantadores espectáculos en vivo, la variedad es abrumadora. 

Sin embargo, un solo día no fue suficiente para disfrutarlo todo. Hay tantas atracciones que nos dejó deseando más. Planear una visita de varios días es la mejor opción para quien quiere vivir realmente la experiencia llena de adrenalina del parque. 

Dónde alojarse

Nuestra elección de alojamiento en Ebersheim resultó ser perfecta. Nos hospedamos en un apartamento dentro de una hermosa casa típica alsaciana, donde cada detalle estaba pensado para nuestro bienestar. La tranquilidad del pueblo contrastaba maravillosamente con la vida de las ciudades cercanas pero nos permitió descansar y relajar después de los días intensos de caminatas interminables (pero en las que hemos disfrutado cada paso dado). 

Además, estar situados a medio camino entre Colmar y Estrasburgo facilitó nuestras excursiones, permitiéndonos visitar ambos destinos con facilidad. Sin duda, este lugar se convirtió en un acogedor refugio después de días llenos de exploración.

Cómo desplazarse

Desplazarse en Alsacia fue más sencillo de lo que esperábamos. 

El transporte público, especialmente los trenes, resultó ser eficiente y puntual (creo que no siempre es así pero hemos tenido suerte), lo que nos permitió explorar los pueblos sin complicaciones. 

Para llegar a Europapark, utilizamos las navettes, un servicio de autobuses que conecta el parque con las principales ciudades. Esto nos facilitó el acceso sin necesidad de un coche. Hay que tener en cuenta que las navettes se deben reservar el día antes y que solo hay 2 de ida por la mañana y dos de vuelta por la tarde. La ida la elegimos desde Estrasburgo porque nos permitía llegar a la hora de apertura del parque pero la vuelta la hicimos hasta Selestat para salir del parque lo más tarde posible (Sélestat es otro pueblo que pudimos ver un poco de pasada y que parece ser bien bonito).

Aunque el transporte público no nos ha defraudado dentro de la región francesa, para nuestra visita a Friburgo, decidimos alquilar un coche, lo que nos proporcionó mayor flexibilidad. 

Agradecimientos

Queremos expresar nuestro sincero agradecimiento a LaRedMouette, que fue fundamental para planificar nuestras vacaciones. Sus consejos sobre los pueblos imperdibles y recomendaciones de itinerarios fueron increíbles y nos ha ayudado a decidirnos (porque en 5 días es imposible verlo todo). Gracias a su ayuda, pudimos organizar un viaje bien equilibrado que nos permitió disfrutar al máximo de cada destino. Sin su apoyo, nuestra experiencia en Alsacia no habría sido tan enriquecedora. 

También queremos agradecer a Cédric, el dueño del apartamento donde nos alojamos. Su atención y disponibilidad durante nuestra estancia hicieron que nos sintiéramos como en casa, y su apartamento es simplemente increíble, ideal para unas vacaciones en familia o con amigos. 

Sin duda, planeamos volver a Alsacia para seguir conociendo lo que no pudimos ver en esta ocasión, y no dudaremos en reservar el mismo apartamento que tanto nos encantó. ¡Gracias a todos por hacer de nuestro viaje una experiencia memorable!

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